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Bienvenido

Mi Testimonio

Dios me rescató de una vida de alcohol, drogas, y perdición. Nací en Argentina en la provincia de Bs.As. A los 14 años comencé a consumir cigarrillos, luego mariguana, y más tarde cocaína. Durante ese tiempo oscuro de mi vida estaba destruyendo mi familia, especialmente la vida de mi madre. Recuerdo que me había convertido en un hombre violento, lleno de amargura y odio. A los 21 años había cometido un robo que le avergonzó mucho a mi madre. Recuerdo las palabras de mi mamá “hijo me estás matando.” Ese día había comprendido que debía irme lejos.

 

 

Un primo estaba de visita en nuestra casa y me dijo, “Miguel vamos a mi ciudad a divertirnos allá. Nadie te va prohibir nada.” Era enero del 2002 y el comienzo de una nueva vida para mi. Yo iba con la idea de quitarme la vida y Dios tenía un plan de darme una vida abundante. Recuerdo mi mamá rogándome que no me fuera. Pero yo no podía verla sufrir más por mi culpa. Asi que me fui sin mirar atrás. Esos días en la ciudad de La Plata, mi nuevo hogar, estuve borracho hasta que un día otro primo que vivía allí me llevó a vivir a su casa. Cuando llegamos a su casa era todo diferente. Luego me presentó a mis tíos Froilán y Vilma. Algo me llamaba la atención- el amor y la paz que se vivía en esta casa, algo que nunca había visto antes. Me recibieron con mucho amor. Luego me llevaron al campamento de Palabra de Vida donde viví la misma sensación de amor, paz y respeto. No podía creerlo. La pregunté a un consejero “pór qué hacen esto sin cobrar?” y la respuesta fue porque: “Jesús lo hizo primero.” Me quedé en silencio y veía en ellos que realmente vivían eso. Fue la primera vez que sentí el deseo de conocer a Dios.

 

3 Meses después, en un aniversario de la iglesia había asistido al servicio. Esa noche al escuchar del amor de Dios, me quebré y sentí que Dios me había  amado a mí y me seguiría amando por el resto de mi vida. Salí caminando en silencio de la iglesia, llorando hasta que me rendí ante el gran amor de Dios y le dije, “Dios sí me perdonas mis pecados y cambias mi vida, yo prometo vivir solo para tí llevando ésta verdad hasta lo último de la tierra.”

 

Él lo hizo y el cambio fue tan radical que deje los vicios automáticamente. Enseguida empecé el discipulado y a servir a Dios en las Horitas felices, la escuelita dominical, el ministerio con jóvenes y evangelismo en la comunidad. Más tarde Dios me regaló la oportunidad de estudiar 4 años en el Instituto Bíblico Palabra de Vida Argentina y servir un año como voluntario. A fines del 2010 conocí a mi esposa Jenny en el instituto donde ella tambien estudio y nos pusimos de novios y nos casamos en Estados Unidos en febrero del 2012. Nos quedamos a servir un año con la Iglesia Americana City Church Woodbine y en el 2013 comenzamos una nueva Iglesia donde hoy estamos sirviendo como pastores misioneros. Hoy tengo esperanza y doy gracias a Jesús quien me la dio, cambió mi relación con mis padres, y me quitó la amargura y el odio en el cual vivía.

Pastor Miguel Bejarano

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